Las madres tienen miedo de llevar a sus hijos al pediatra. Las mujeres embarazadas retrasan sus visitas al ginecólogo. Los niños con patologías no urgentes no van al hospital
Las madres tienen miedo de llevar a sus hijos al pediatra. Las mujeres embarazadas retrasan sus visitas al ginecólogo. Se cancelan las campañas de vacunación. Los niños con patologías no van al hospital, donde los recursos se centran en hacer frente a la pandemia global de coronavirus. Cerca de 6.000 niños más en todo el mundo podrían morir por causas evitables cada día durante los próximos seis meses debido al impacto del coronavirus en los servicios sanitarios habituales, ha advertido este miércoles la agencia de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef. Paralelamente, un estudio de la Universidad Johns Hopkins publicado esta semana estima un aumento de más de 1,2 millones de fallecimientos de niños antes de su quinto cumpleaños en el mismo periodo de tiempo.
Los 1,2 millones de fallecimientos de menores provocados por el impacto del coronavirus en los servicios sanitarios se unirían a los 2,5 millones de niños menores de cinco años que mueren globalmente cada seis meses, según cálculos de la ONU. De cumplirse estos nuevos cálculos, se trataría de un aumento del 45% de las muertes antes de la pandemia y el primer aumento de la tasa de mortalidad infantil global desde que se empezaron los registros en 1960, según el estudio de la Johns Hopkins publicado en la revista médica 'The Lancet'.
El coronavirus ha desmantelado toda una red de cuidados maternoinfantiles, especialmente en países menos desarrollados, que costó décadas construir. Las cadenas internacionales de suministro de medicamentos se han visto bloqueadas o funcionan a cuenta gotas, las medidas de confinamiento, toques de queda e interrupciones del transporte público impuestas en la mayoría de los países (a principios de mayo, algo más de las tres cuartas partes de todos los niños del mundo vivían en zonas con órdenes de confinamiento, según la ONU) han provocado la disminución en miles de las visitas a los centros de salud, los sanitarios priorizan a los enfermos con covid-19, y el miedo a la infección hace el resto: la pandemia ha generado una interrupción global de intervenciones esenciales, desde planificación familiar, partos y atención pediátrica al calendario de vacunación de los menores.
"Esta pandemia está teniendo consecuencias de largo alcance para todos nosotros, pero sin duda es la crisis global más grande y urgente que los niños han enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial", ha aseverado el director ejecutivo de Unicef en Reino Unido, Sacha Deshmukh, en un comunicado publicado este mismo miércoles por la organización.